El cachorro y el gatito huerfanos

Sin duda una de las experiencias que me ha marcado como persona. Cuidar de un cachorro o un gatito y ver como crece llena el corazón de alegría.

Las curas de un cachorro huérfano implican mucho tiempo y mucha paciencia pero a la larga dan mucha satisfacción.

En un primer momento comentaremos el desarrollo del cachorro para despues hablar de su cuidado basico.

DESARROLLO DEL CACHORRO

Durante los primeros 7-10 días el cachorro es completamente dependiente de su madre ya que se desarrollan los reflejos y la función neurológica.
Entre los 10-20 días empiezan a desarrollar la vista y la audición y son un poco más independientes.
A partir de la tercera semana y hasta los tres meses de edad empieza la sociabilización del cachorro con otros animales.
Progresivamente mejoran sus funciones orgánicas y se reducen las horas de sueño para ser sustituidas por actividad social.
La leche materna es el alimento ideal para un cachorro ya que además de ser muy nutritiva contiene anticuerpos que ayudan a su sistema inmunitario y lo protegen contra ciertas patologías.
A partir de las 5- 8 semanas de vida desaparece la acción protectora de los anticuerpos ingeridos y por eso es importante empezar con los protocolos de vacunaciones y desparasitaciones específicos hacia el mes y medio de edad.

CURAS DEL CACHORRO HUERFANO

La alimentación se basa en leche artificial específica de la especie, hay que seguir las indicaciones que da el fabricante ya que cada marca varía un poco la concentración.
Se le tiene que alimentar con biberón hasta por lo menos los 15 días, comprobar que la tetilla sea apropiada para el tamaño del cachorro y calentar un poco la leche.

Es muy importante el posicionamiento del cachorro (foto) cuando lo alimentamos, se coge el cachorro con la mano y se mantiene la cabeza hacia arriba con los dedos, se pone la tetilla en la boca y se estira ligeramente hacia atrás para estimular la succión y mantener la cabeza y el cuello estirados hacia delante.

Hay que evitar que flexione el cuello ya que si no empezará a salir por la nariz. Si esto sucede tenéis que colocarlo bien antes de continuar la administración de leche.

La sobrealimentación puede causar diarrea.

La frecuencia y cantidad de leche que hay que administrar varía en función del peso, la edad y especie del cachorro. A partir de los 15 días de vida se puede estimular al cachorro a beber de un bebedero mojándole un poco la boca y la lengua. Progresivamente sustituiremos el biberón por el bebedero y dejaremos un poco de pienso para cachorros de su edad a disposición. 
Hay que considerar que la ausencia de la madre predispone al cachorro a sufrir enfermedades con más facilidad, por eso es muy importante vigilar el estado anímico, las ganas de comer y jugar y delante los primeros signos de enfermedad contactar con un veterinario. 
También hay que estimular la defecación y micción del cachorro ya que los primeros días de vida no son capaces de hacerlo solos.
Por eso su madre les lame su área genital, nosotros tenemos que simular esta situación utilizando un poco de algodón, papel o un trapito húmedo tibio y hacer un masaje en la zona inguinal y genital. 
Este procedimiento hay que realizarlo hasta que el cachorro pueda orinar y defecar por sí solo. 
Para concluir es importante garantizar un entorno en el cual el cachorro pueda desarrollarse y crecer con normalidad. Que tenga un sitio donde dormir y agua a su disposición a partir de los 14 días. 
Hay que dejarlo dormir y descansar.