CompartirPlantas tóxicas ornamentales
Identificar las principales especies de plantas tóxicas que tenemos en casa y que son peligrosas para nuestro perro y gato.
Existen muchísimas plantas que pueden ser perjudiciales para nuestros animales de compañía. Las plantas ornamentales son aquellas que decoran el interior de nuestras casas, y a veces nuestros animales las pueden morder o incluso ingerir mientras no estamos en ella. Os presentamos diversos grupos de plantas divididos por su principal agente tóxico.
Oxalato cálcico insoluble
Una de las intoxicaciones por plantas más frecuente en el perro y el gato son las ocasionadas por plantas de la familia Araceae, como los aros, potos, las calas y los filodendros, entre otras. Este tipo de plantas presentan cristales de oxalato cálcico insolubles en sus hojas, que producen dolor en la boca cuando nuestros animales las mastican.
Los signos más frecuentes son salivación excesiva, los animales se frotan la boca con la pata, e incluso puede observarse hinchazón del morro. Por suerte, pese a ser un grupo de plantas frecuentes, su toxicidad es baja. Un poco de leche o yogurt puede ayudar a contrarrestar el efecto de estos cristales, pero si los signos son graves o persisten es importante contactar con el veterinario.
Oxalato cálcico soluble
No de forma tan frecuente, encontramos las plantas que contienen cristales de oxalato cálcico solubles, a diferencia del anterior grupo que eran insolubles. Como ejemplos encontramos a la fruta estrella o carambola, algunas especies de tréboles, y las hojas del ruibarbo.
La ingesta de este tipo de plantas puede dar lugar a una situación grave para el animal debido a la hipocalcemia que se produce. De igual modo, puede provocar la aparición de cristales de oxalato cálcico en el riñón dando lugar a un fallo renal agudo.
Los signos clínicos más frecuentes son salivación excesiva, anorexia, vómitos, letargia, temblores/convulsiones y dificultad para orinar. Si tu animal ha ingerido esta planta es de vital importancia que acudas a tu veterinario lo antes posible.
Glucósidos cardíacos
Las Kalanchoe son una familia de plantas muy bonitas con hojas carnosas y gruesas y en ocasiones adornadas con flores de colores vistosos. Este tipo de plantas pueden ser muy peligrosas para nuestras mascotas ya que contienen glucósidos cardíacos.
Los signos clínicos incluyen salivación excesiva, náuseas y vómitos, signos cardiovasculares marcados (desde bradicardia severa, hasta arritmias), alteraciones en los electrolitos (hiperkaliemia), y signos nerviosos como pupilas dilatadas, temblores y convulsiones.
En este tipo de casos es imperativo el ingreso del animal para monitorizar sus constantes vitales, y sobretodo el corazón, por lo que no dudes en ponerte en contacto con tu veterinario.
Saponinas
En este grupo encontramos plantas del género Dracaena, como el tronco de Brasil, o las drácenas. Las saponinas van a producir signos gastrointestinales como vómitos y diarreas, letargia y pupilas dilatadas. Por suerte, estas plantas tienen un potencial tóxico muy bajo. Aun así, es mejor mantenerlas lejos de su alcance siempre que sea posible.
Otras
Especial mención tienen las Azucenas, pertenecientes al género Lilium, unas flores muy vistosas pero que son el enemigo de nuestros amigos felinos. La flor es especialmente tóxica para los gatos, aunque cualquier parte de la planta es potencialmente tóxica.
El órgano diana es el riñón, y lo primero que vamos a observar es una apatía marcada y vómitos. Rápidamente se establece un fallo renal agudo, acumulándose toxinas en la sangre del animal.
Es de vital importancia acudir al veterinario lo antes posible en estos casos, ya que muchos de estos gatos necesitan un ingreso con fluidoterapia intravenosa para preservar lo máximo posible la función del riñón mientras se elimina la sustancia tóxica de su cuerpo.
En Navidad existen dos plantas que adornan nuestras casas que por desgracia también son tóxicas para nuestros animales: el Muérdago y la Flor de Navidad. Te invitamos a hacer click para mayor información: Plantas tóxicas en Navidad.
