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La rotura del ligamento cruzado anterior en el Perro

Una causa muy común de cojera de patas traseras en perros es la lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla.


Una causa muy común de cojera de patas traseras en perros es la lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla.

 

En la mayoría de las ocasiones la lesión se produce mientras el perro juega o al realizar un salto aparentemente inofensivo, aunque también puede producirse como consecuencia de un golpe fuerte.

 

En general los pacientes con lesión de ligamento cruzado al principio presentan dolor y no utilizan la extremidad afectada durante unos 10-15 días. Después generalmente comienzan a utilizarla apoyando sólo la punta de los dedos y a partir de ahí la cojera mejora gradualmente y el perro recupera parcialmente el uso de la extremidad. Con el paso de los meses el paciente mantiene una cojera moderada y la musculatura se va atrofiando progresivamente, debido a que el uso de la extremidad no es 100% normal. Se mantendrá una inestabilidad crónica que acelerará el deterioro de la articulación afectada y la aparición de artrosis.

 

El ligamento cruzado anterior de la rodilla tiene una función estabilizadora de la misma (limita la rotación interna y el desplazamiento craneal de la tibia).

Por lo que al romperse dicho ligamento la rodilla queda inestable y cuando el perro carga peso sobre la extremidad lesionada la tibia se “desliza hacia delante” con respecto al fémur.

La prueba diagnóstica patognomónica de la rotura del ligamento cruzado anterior es la presencia en la rodilla de movimiento de cajón positivo (directo o indirecto).

Dicha inestabilidad se aprecia claramente en el siguiente vídeo:

 

El tratamiento recomendado para la mayoría de perros o gatos con esta lesión es la cirugía, con el objetivo de recuperar la estabilidad correcta de la rodilla.

La técnica que utilizamos en gran número de pacientes es el Avance de la Tuberosidad Tibial (TTA).

La TTA consiste en realizar una modificación de la epífisis proximal de la tibia mediante una osteotomía y avance de la cresta tibial, para conseguir un determinado ángulo entre las diferentes estructuras de la rodilla. Será dicho ángulo el que cambiará la relación de fuerzas en la rodilla de modo que ésta se mantendrá estable cuando el paciente  cargue peso (estabilización dinámica), sin que sea necesaria la presencia del ligamento cruzado.

Rodilla normal

RODILLA NORMAL

 

Rodilla inestable por ruptura de ligamento cruzado

RODILLA INESTABLE CON DESPLAZAMIENTO CRANEAL DE LA TIBIA

 

Rodilla tras la intervención

RODILLA TRAS INTERVENCIÓN DE TTA

 

El pronóstico al realizar este tipo de cirugía es favorable y la inmensa mayoría de pacientes recuperan su actividad física normal.

 

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